Que lejano el olvido
que pesada la carga del dolor
que no ciega
ni se diluye apenas,
porque no puede irse
lo que atamos con cuerdas.
Que pesado el recuerdo
como duelen las huellas
del camino que se halla
en espacios vacíos.
El aire, que se respira
espesa el sentimiento,
quizá sea por eso,
que el olvido no llega
y duele, y se revela,
cuando el tiempo se aleja.
Cuanto avanzan los pasos
de dolor avezados,
como siembran la noche
su repertorio ciego
de las sombras calladas
que se pliegan en formas
que nadie, recupera.
El olvido, no llega,
el silencio se quiebra
y seguimos andando
atados con cadenas.
Santander-18-6-2016. 0,52