Que sabes tú lo que es abrir la noche
y ver estrellas en lo alto, mientras la vista
se pasea por el muelle, dejándola
sin sombra, como en blanco.
Que sabes tú de abrir ventanas
y gritar muda, desde dentro, a la mañana
cuando no queda nada, ni se escuchan
agravios o templanzas de consuelo.
No sabes nada de la vida,
del dolor, del desasosiego
de calzar polainas en las garras
y encumbrarse sobre montañas,
huyendo de la historia que se cuenta
y dejando el alma en cada esquina .
Que sabes tú de coser flores
en la aurora que agita la tormenta
calmando el hambre de los hijos
que nacieron en tiempo de penumbra
y tan solo se alimentan con la ira.
Que sabes tú, al fin de nada
si nunca enjalbegaste el pecado
ni dejaste el polvo del camino,
entre las manos.
Santander-28-10-2016. 15,40