Sentada, ausente, de la vida y sus proezas,
arriando la bandera de esperanza
vivo un presente
que tropieza a cada momento
con guijarros pendientes
que decoran un camino,
haciéndolo senda, triturada, por momentos
que pueden resultar indiferentes.
Sentada, mirando adelante
donde solo campa tu retrato,
desgranando palabras, silente,
contemplando asomarse a mi presente
una noche difusa, donde solo tú
tienes permiso de tenerme.
Aquí, en la soledad de mi alcoba
me pregunto, si alguna vez,
lejana, en el tiempo,
te tuve, me amaste o simplemente
fue un sueño concebido
en una noche negra y candente.
Santander- 2-11-15. 19,00