Me gusta, amanecer despacio
dejar los ojos, descansar de los sueños,
tendidos en las sombras
que acucian la ventana
y, añorarte, en esa hora,
en que despierta el alma
y me acosan los sueños.
Me gusta, dormirme lentamente,
acunada por versos
que se quedan prendidos,
en el recuerdo. Deslizarme bien quedo,
hacía el sueño: despacio,
sin prisa, acariciando el tiempo.
Me gusta, el sol, cuando está tibio
en la escueta mañana
siempre tan cariñoso
que acaricia mi espalda.
Y la luna de plata,
cuando, muy descarada,
entra, visitando mi alcoba
y no me dice nada.
Me gusta sentir sed,
beber agua muy fresca,
retozar en los prados,
oler la madrugada
cuando se abre la vida
y la escarcha me empapa.
Me gusta zambullirme
en el agua salada
del mar que amo y conozco
y acompañó mi infancia,
dejando que las olas
me besen y me acunen,
para luego, muy quedo,
volverme al refugio
y tornarme a los sueños
compartidos contigo.
Santander-16-2-2016. 19,06