Se escapan, a veces, los gritos mudos,
con los que se expresa el alma dolorida
de esperar la cura
que no llega, más bien, crea
una lenta y desesperada calle
por donde transitan los dolores ciegos
que se posan en mi casa
y en mi lecho
para ahogar el tiempo y dejar
la piel, huera, seca,
los ojos macilentos de tanto llanto
vertido en los ensueños;
desecho el camino recorrido
por los pasos lentos de un olvido.
Asaltan los recuerdos ,
las sensaciones, los hechos
que, sin tregua, vivimos
todos, el aciago día
en que el amor emprendió su vuelo.
Se alejó, marchó muy de mañana
sin ruido, como se alejan
los que son llamados
por algo, o alguien a volar
y dejan a los que aquí quedamos
sin tino y sin consuelo.
Te fuiste, nos dejaste el hueco
Que ahora recorre, a veces,
la memoria, con cansino dolor
y paso lento. Sin retorno deja
nuestra piel, nuestra voz
sin respuesta, sin palabras
y con dolor inmenso
te reclama, sin respuesta.
30-3-14, , 10,48. 70 días sin ti