Ese gesto de amor, que torna en sonrisa,
la boca torva de un dolor lacerante
o la mirada tan clara de ojos transparentes
que acarician cuando miran, de frente;
las palabras que se dijeron y se llevó el recuerdo
como presa del viento que barre hoy las calles,
transitadas de pasos huecos, que el dolor acalla;
las otras, las calladas,
se tornan abierta herida,
que supuran la nostalgia huera.
Todas ellas, y más que no decimos,
conforman una vida de sentido y carencia,
que finiquitó en un día y no pudo
cerrarse con la ausencia
y los sentimientos que afloraron de pronto,
cuanto aún te tenía, y tú escuchabas
el lento aleteo del pez fuera del agua.
Santander 13-12-14. 23,30. 329 días sin ti, pero contigo.