Un crujido de pies escarmentados
el rebufo de una melodía inesperada…
aquel olor a tierra recién mojada
o la yerba seca en el verano
cuando el estío anunciaba los colores
de una juventud alegre y desalmada.
Las sienes que palpitan por lo ido,
las hojas secas crujiendo en las aceras
como otros otoños o como tantas primaveras
cuando la piel era tersa, el seno erguido
y la historia se contaba siempre
en presente indicativo y sin fracturas.
Así se nos nacen las nostalgias
así se nos acercan los dolores
cuando el tiempo que queda es tan pequeño
que apenas resta vida que contarle.
Con las viejas canciones sugerentes
y las palabras escuchadas entre dientes
tras los velos de muchas temporadas
en que la libertad se me alcanzaba
y la alegría se desbordaba en quimeras.
Así se me vienen los recuerdos a la boca
y se me escarcha la garganta de nostalgia.
María Toca
Santander-28-10-2018. 0,07.