No sé si queda mucho, poco o nada,
de la niña que fui, trenzando alas,
escuchando canciones por las noches
envuelta en silencios y borrascas
mientras volaba mariposas
asomada al quicio de ventanas.
No sé si hay poso o se diluyó por la tronera,
la niña, de trenzas prietas que callaba
escuchando cantar a un grillo triste
que siempre le alertaba madrugadas,
o sigue latiendo en el pecho
las mismas o diferentes percepciones.
Con calcetín a media pierna,
cintita blanca en el pelo,
mirada huida en los ojos
y un corazón en bandolera…
No sé si sigue por aquí, esta pequeña
o se marchó cuando esperaba
un tren volcado de esperanza
y tornó triste a su morada.
- TOCA
Santander 19-11-2022. 11,28