Un instante, una visión, una foto
de un momento. Una emoción emancipada,
un minuto, o menos. Casi nada…
entrevisto en el marasmo
de las cosas bien guardadas
que saltan a la vista, escarmentada.
Una imagen que me conduce
de la mano, hacia un tiempo pasado
en reproche con éste, solitario
y en retroceso con la nada
que auspicia la desolación anticipada.
Un momento que fue feliz
quedó plasmado por la cámara
un minuto, apenas nada
que hoy me vuelve los ojos
hacia el tiempo en que las cosas
caminaban por la cuesta de bajada.
Un instante. Un lugar,
una imagen fugaz,
apenas carencia que me invade.
Me sonríen los fantasmas
de aquel día enmarañado en la memoria
bajo el auspicio de un mañana
que me llegue, al fin,
en desolada confluencia con la nada.
María Toca
Santander- 19-04-2018, 14,47