Hay días que pesan, como losa en el alma
que ennegrecen la estancia
y nublan la mirada,
que se torna sombría
y se aplaca la tarde
en que a veces se torna
el espacio de un beso
envuelto en mantos de fragua.
Hay días en que pensar
se torna, pesada carga, yerma
de alegría y de calma.
Hay días en que pesa, el alma
como losa plana, y acechan
desde la niebla, los lobos sin mirada.
Se torna fiera la sonrisa
que helada, se cuaja en la boca, animada
de espera, de recuerdos, de viejos sinsabores
que crujen al paso tibio de la noche
que acecha detrás de la ventana
clarooooooo, para eso está ahí
Muy bonito
Contigo la vida es más bonita que pesada