Si tú supieras lo fácil
que es ganar esta batalla,
lo sencillo que es llegar
a dejar al contrincante sin el arma,
sin recurso, escolta o puño, que lo guarde.
Inane frente al miedo,
envuelto en ira, en violencia,
ahíto de odio, apenas, sin otro equipaje,
desnudo, vestido de su propia inercia, en el combate.
Es fácil, tan solo con inhibirse, abstraerse,
no presentarse a la pelea:
nunca, jamás, entrar en guerra
ni usar más arma que la sutil indiferencia
dejando fuera los ataques y la rabia
mientras que en sus manos y en su boca
siga escupiendo ira, mala sangre.
Tú, te sientas a esperar a que escampe.
Tan fácil. Porque si evitas la pelea
derrotas por goleada al contrincante.
Santander-6-12-2016. 0,23