En realidad espero poco de la vida,
un rincón donde posar el cuerpo magullado,
una cama, donde soñar todos los días,
una ventana que irradie sol, al despertar,
mil historias en anaqueles y un verso
que me queda, aún, por contar.
Espero que nadie robe mis recuerdos
porque con ellos conformo una historia
sencilla, pero mía, con fisuras
y con mucha, mucha melancolía.
Alguien con quien cruzar una palabra,
o debatir alguna idea;
alguna mano, que se preste ligera
cuando mis piernas no puedan con la carga.
En realidad, espero soledad en compañía;
los libros que siguen y los que llegan,
las palabras, que nunca falten en mi mesa
y un concierto de amigos, en espera,
de que me nazca alguna historia
y sirva, durante un tramo, como compañera
de vida, de discordias y de memoria huera.
En realidad, espero poco,
seguir, como hasta ahora, sin dislate
y caminar con pausas, que me sirvan
para sentir, oler y sumergirme en ese mar
que amo y me saluda cada día.
Santander18-8-15, 13,34.
esa es la idea…que bonito sería…
Reguapassssss. Yo si que os quiero…