Esas mañanas que el despertar aprieta
con la grisura de entraña contraída,
encoge el corazón y se desplanta
la cordura, difusa, que se oculta.
Esas jornadas en que nada alegra
el corazón maltrecho y destruido,
que pesa, como plomo en el pecho
y agita la jauría del recuerdo.
Esas mañanas, que levantarse cuesta,
agito la esperanza como vela en vacío
y me cuento, despacio, muy bajito,
que tú sigues conmigo.
Un vacío de sombras luminosas
alienta las voces de las sombras
mientras, ladra a la vida un perro herido
por el dolor y la costumbre de estar vivo.
Por eso el aliento, me delata,
me deja exhausta, contrita y con denuedo,
salgo a la calle, busco el mar
y siento como el aire, se hace amigo.
Santander- 14-10-15. 13,04. 632 días sin pero contigo.
Siii. Gracias Maria Jesus
El amor a mi niño es lo más grande, lo mayor de mi vida, por mucho que le ame y le escribe no llegaré a describir su corazón. Y gracias por tus palabras.
No te conociaaaa. Un beso Rosalina
Me voy a tener que ir…Cuando me reponga un pongo de mis gastos últimos, prometo visita…y con muchos libros
Un abrazo, adoro las islas y hace tanto que no voy…
Te pongo mañana enlace para que puedas tenerlo