Un encuentro, unos pasos perdidos,
un descalabro
y de pronto se hace la luz en los recuerdos;
los amores que no llegan a puerto
se quedan prendidos de la memoria
con alfileres sencillas, se sujetan
para luego desandarse los pasos,
como antes los caminos se cruzaron.
Vuelven sutiles los recuerdos
como si se guardaran con lo puesto
de aquellos meses, de gloria preparada.
Unos pasos, apenas un minuto,
un cruce de miradas, un reencuentro,
palabras corteses que nunca dicen nada
marchando cada uno por su lado.
Se rompió el amor, hace ya tiempo,
pero se compartieron los recuerdos,
se cruzaron los pasos, los cuerpos perecieron
en un sinfín de lazos de ternura.
Y hoy, apenas un saludo, una proeza,
sentir la frialdad en la mirada
cuando antes todo era hoguera acicalada
y un corazón envuelto en llamas.
Santander-31-5-15, 20,25. 496 días sin ti pero contigo.