Se nos acerca el tiempo
en que ruge la turba,
mientras los ojos claman
por entreabrir las sombras
que a mi paso se ciernen;
como la tibia noche
en que, se nos cruzó la muerte,
con su paso cansino,
y segó para siempre, vida, temple y caricia
que en el recuerdo, crece,
como si fuera tenue, la marea presente.
Se nos cruzó la niebla,
se nos opacó el miedo,
mientras, en el horizonte se siembra
la luz y la siniestra espera,
de los ojos rasgados,
lentos, encapuchados.
La sombra tamizaba
la danza, donde camina, tan lenta,
dejando a su paso
una lluvia de lágrimas
que brillan en la noche
como luna encelada.
Se nos cruzó la noche
sin estrellas, ataviada,
desnuda, cabizbaja,
de sombras, decorada.
Se nos cruzó la noche,
mientras yo esperaba
el silencio, y la vida,
la calma silente, en esta madrugada.
Santander-16-1-15. 19,19. 362 días sin ti pero contigo.