Dicen, que callando se escucha el alma
que las palabras no dichas esconden alas
y vuelan alto, donde no llega
ni la razón.
Dicen, que la paciencia gana batallas,
que el amor cubre la piel más dura,
dicen, que con el ansia
no se hace nada
y que la calma produce paz.
Me dicen, calla, calla y aguanta,
respira hondo, torna en silencio
el grito vano;
me dicen calma, piensa en lo alto
no desfallezcas, que él te ayuda.
Y yo hago caso:
callo y aguanto.
Aunque el dolor ahoga y mata
me quita vida, nubla la vista
escuece y roba el corazón.
Calla y aguanta, me dicen ellos:
vas consiguiendo
seguir el paso, hacer camino,
callar despojo
y sin palabras, cubrir con manto
de humo, a la razón.
Santander 18-8-14. 16,43. 211 días sin ti.
No sabéis cuánto y como. Es un grito.
A ti María, gritar y que escuchéis, alivia mucho