Las mujeres tenemos cosas malas. No osaré yo hacer loas sin critica. Pero entre las buenas están, que hablamos, que nos reímos, que nos queremos, que no rivalizamos jamás (al menos, no, mis amigas) a ver quién es más alta, más lista o más sabia. Una mañana que me tomé el asueto de la rutina diaria, entable controversia risueña con una de esas amigas que ves poco pero quieres mucho. De esas que admiras en la distancia; que cada vez que lees lo que escribe se te ponen los pelillos escarpiados.
Siguiendo la chanza, le dije: “Mari, cuando a García Márquez le dieron el Nobel invirtió mucha pasta en hacer un periódico. Si algún día gano un Planeta o similar, hago lo mismo y te contrato, lo juro”. La Mari, buena es ella, salió rauda y lisonjera y me respondió: “hazlo online”. Les juro que fue así de simple. Le pusimos un nombre imposible y malsonante y seguimos de risa. Poco más tarde, ambas, mi amiga y yo, mientras hacíamos camas, caminábamos hacia el trabajo, le dimos al caletre, para llegar a la conclusión de que sí. Que nos poníamos con ello, que con las ganas, la ilusión y la caterva de buenos amigos, gente querida y admirada que juntábamos, era más que posible.
En tres días, les juro a ustedes, que hemos liado una muy gorda. Tenemos a lo más granado de las letras españolas, en música, arte, literatura, cine, ciencia, crónica, deporte, fotografía . No verán ustedes estrellas mediáticas (aunque alguna hay…) No verán ustedes a los petardos/as que suelen firmar con letra gruesa panfleticos vacuos que a poco de pasar de la segunda línea ya bostezamos de inanición. Eso, les juro que no estará en nuestra publicación. Lo que sí verán y leerán ustedes, serán artículos intensos pero divertidos, historias de la calle, critica auténtica, sin pasteleos. Verán música, cine, arte, fotografía, ciencia, salud, política. Todo real, independiente, libre, como todos/as las que estamos embarcando en este sueño. El nombre se lo hemos cambiado, no teman ustedes exabruptos. En breve, van a tener un magazine online que dará que hablar. Se lo prometo y juro con dedo cruzado.