Tañidos de campana rompen el velo
de este silencio encadenado,
atado de retamas y de miedo
crujen los sonidos de ese viento
que narra la historia de la vida.
El badajo deja simiente en lontananza
mientras su voz se escucha cerca,
resarciendo la templada sonrisa del demonio.
Golpes de hierros que se funden,
airados gritos de voces encendidas
que salpican la noche de los tiempos,
hoy como ayer, escarchando la historia
con los viejos lamentos que se blanden
una vez, otra y otra más
con esta España envenenada.
Tal que la historia se repite
en este tierra maldecida por los anales
de ser la tierra de Caín, viles traidores
que levantan la mano con la daga
y jamás, escuchan ni se aplacan
más que enterrando las ideas.
Cansa, cansa mucho esta España
que hoy se acuesta libre, moderna, liberada
y se levanta mañana, tal que si la historia
fuera hacia atrás: encadenada.
María Toca
Santander- 24-03-2018. 23,24