Días de abulia y de costumbre
donde te quieres esconder, tras una nube,
desaparecer, hacerte brisa
difuminarte en el petricor de la mañana.
Llevas tal que algodón en la cabeza,
cirros espesos que te invaden
y cuando quieres expresar algún vocablo,
se te anudan, entre estertores, bien callados.
Inerte día, losa pesada que te cubre
espesando el pensamiento
y bloqueando tu cabeza
a todo lo que no sea
deambular por las estrellas.
Hacerte agua, deslizarte por meandros
del río que baja la pendiente
buscando el mar, o la costumbre
de ir serpenteando por las piedras.
Día gris, mojando la lluvia el asfalto
por el que camina tu cabeza.
María Toca
Santander-22-08-2022. 12,05