A falta de mar , de calle, de páramos extensos
donde la vista abarca la distancia…
a falta de anchuras, de cielos despejados
el refugio es fácil. Entro en la sementera
de mi casa, de mis viejas costumbres, de mis cielos
y me descubro los adentros, junto a los recovecos
que encienden velas y ponen flores a los muertos.
A falta de caminos largos
esponjados de viento y tempestades
pongo la dirección hacia el adentro
y me recorro calles y veredas de un alma
que está demasiado callada, agitada por veloces
y temerarias tormentas, tan dispares.
Contemplo los recovecos de ese lugar,
desconocido, lúgubre, ignorado por tiempo
y escondido, donde habita mi corazón
y mi costumbre.
María Toca
Santander,9º día de reclusión. 22-03-2020. 21,39
