Si vuelvo los ojos hacia atrás
no puedo evitar sentir un atisbo de nostalgia
de lo que fui y no pude
que lo que no fue y pudo ser,
de tomar decisiones,
de no tomarlas, de apenas intuir
la consecuencia exacta del camino
que, sin pensar a veces, emprendí.
No puedo evitar sentir los pasos quedos
que tras de mí siento, y espero
no errar en el futuro tanto,
como me equivoqué atrás,
sin apenas pensar, sin intuir
que labraba un camino
empedrado de intenciones
oscuras, de hechos, de realidades
que forjarían el destino
que padezco o disfruto, no lo sé.
Hoy todo se vuelve gris al contemplar
el camino andado tras de mí
y pienso,¿ pude hacerlo mejor?.
Tal vez, o tal vez no.
Tan solo el crepitar de un corazón ardiente
guio mis pasos, andando un camino
que pudo ser y no fue
que fue y pudo ser mejor.
Santander 7-12-13, 19,00