Contemplar la explanada
que se expande en largo camino de futuro;
la que sigue con pasos lentos
hacia fuera con destino incierto
y con herrumbre:
me sobrecoge, me abruma, me reprende.
Dejar los ojos caminar hacia delante,
asustados por el andamiaje bien labrado
con escarcha manchada del pasado.
Y duele.
Lo vivido, la historia caminada que se torna
con cansina voz desesperada,
trayendo
los mil detalles que han labrado
la constante zozobra que me vierte
en el corazón acidulado
el amargo trago de la muerte.
Labrada de traiciones, desacatos,
impíos recuerdos se despiertan
las vivencias que guarda la alcancía,
esa, con que se labra la historia
escrita con sangre y con sudor
en el torso del libro de la vida.
Traiciones hubo, varias,
puñales que rasgaron la carne desangrada
a raudales, mientras el corazón se me quedaba
prendido, buscando una mirada
o alguna frase de amor bien atinada.
#MariaToca
Santander-2-8-2017. 19,14