¿A qué puerta llamar para que escuchen?
¿a qué misericordia me remito?
¿a qué Dios? ¿ a qué aquelarre hoy le pido
compañía?, o al menos amparo
y que me guíe.
Será solo un grito en el vacío
o que me guarden mi cuerpo en su ausencia.
Una voz que grite en el desierto
que nadie oye, o si escuchan,
cierran al entendimiento lo escuchado,
tan solo su interés llega a buen puerto,
lo demás se pudre en el infierno.
No hay suplica ni rezo que me nuble
ni hoguera o manta que me acalde
en el lugar impío donde habito.
Subiré los peldaños de la muerte
de la mano de la soledad y del olvido
luego, al fin, todo acaba
y mi cuerpo se hará polvo en el estío.
#MariaToca
Santander 26-5-2017. 21,42