A veces cuando nadie me ve
me disfrazo de diosa
o me subo a una escoba
que encuentro escondida
en la esquina donde no mira nadie
y me doy una vuelta, volando,
por sitios prohibidos.
Cuando nadie me mira
me rio, torno el gesto
en sarcasmo muy cruel
y soy mala. A tenor de miradas esquivas.
Volando en mi escoba
torno el horizonte en rio de fuego
que, como ser, se parece
al infierno, y navego por él.
Me torno muy bruja, muy mala,
cuando nadie me ve,
dejo la sonrisa, colgada
en la fuente, bebo del veneno
que me vuelve amenaza
tan solo,si estoy solitaria.
Me pongo el disfraz de enemiga
torno a volcar ironías
y luego regreso al hogar,
calmada, vacía de vida.
Cuando nadie me ve,
puedo ser paria, sangrienta
convertida en bruja de cuento,
con mirada vidriosa
y las pupilas amarillas de tanto mirar.
Me desdibujo, en soledad
bramo aqularres; cuando nadie me mira
y me convierto en bruja,
si nadie me espía.
Santander- 14-6-2016. 10,49