Quiero ver de nuevo salir el sol
despertar, al alba, cuando la luna escapa
y se ilumina, con fragor, mi ventana
con la luz de un nuevo despertar.
Oír la música que entona la mañana,
dejar mi piel tendida en un rincón
mecida por una dulce calma
y descansar un rato, luego irme,
despacio, suave, a buscar
el camino, que conduce a la esquina dorada
donde están las palabras
que busco, y se escapan livianas,
ajenas a mi verso, huidizas.
Preferiría contar alegrías
cantar con timbales a la madrugada,
en cambio, a veces, se oyen lamentos
cuando mantengo, abierta la puerta
de la alcoba y dejo en la ventana
un alma que razona,
con los recuerdos, furtivos que me llenan
de ansia pesada un corazón
en el que apenas, anida la calma
y busca con ahínco la razón.
Santander-26-9-15, 1,21.