No quiero que tu voz se debilite
ni que el eco del sonido se detenga,
al contrario, labraré con mi mano
la sementera donde tú germines.
Labraré un camino empedrado
de amor, de caricias, de belleza
donde cada rosal pierda su espina
cuando lo acaricie tu aliento en la distancia.
Con mis manos, a veces sudorosas
labraré una tierra fértil, donde germinen
las ideas, las ganas y las cosas
que tú deseabas y por las que ahora
me impulsa el aire de seguir luchando.
Por ti horadaré la piedra, si hace falta,
para labrar en ella las palabras
que, con calma, casi en silencio
me inspirabas, con cada momento
que vivimos felices, allá en la lontananza
de los tiempos idos.
Caminaré esposada a tu recuerdo
como caminan los penados,
en fiera hilera, marcando pasos
en la endeble creencia
de que algún día, volverá la primavera.
1-2-14, 19,57
13 Días sin tí