Si el sueño se descuadra,
buscamos otro sueño,
si se levanta el ancla
y el barco prende motores
ajustamos el paso a su marcha.
Nos hacemos a la mar
sin miedo y sin demora
forcejeando con la cruel marejada
tensando la mayor,
poniendo rumbo hacia lo alto.
Sin mirar hacia atrás
Sujetando con mano fuerte,
el timón y la vela,
haciendo de la desesperanza, olvido
gritando fuerte,
espantando los miedos,
volteando la desidia en lucha,
en conato de pensamiento grande.
Y si la vela se tuerce
variamos el rumbo,
consignamos el tiempo
que llevamos cantando,
tensamos, el arrastre
miramos a lo lejos
y seguimos luchando.
1-1-15. 13,49. 348 días sin ti, pero contigo.