Un poema salvador,
como nudo que me ate a tierra firme
como apaño silencioso al despertar.
Un poema, uno solo, un conjunto de palabras
que me una a la cordura
de saber que sigo estando
cual hiedra, pegada a muros
que confinan el viraje de este mundo
en revolera constante.
Un poema, solo uno… que me enjuague
esas lágrimas ardientes que diluyen
la simiente del dolor.
Ligero, sin medidas, sin rimas,
casi sin pudor, será el poema
desnudado de toda métrica y fulgor.
Imperfecto, árido, frío, cual espada
que me vengue de la sórdida espera
que siento ante el espejo y su imagen
devuelta sin pudor.
Un poema, solo uno. Unas letras
un color, una balsa donde asirme
que me libre del desfalco del dolor.
María Toca
Santander-5-09-2018, 18,28