El gran engaño, falacia estulta en la que todos creen,
esa mentira que a fuerza de decirnos, nos convence.
Vivimos libres, nos dicen, y nos envuelven en cadenas
bien argolladas a la piara que conforma la manada
que gregaria, se guarece justo en donde aprietan más los goznes.
Viles cadenas, que soportan una leve y quieta marcha,
simula, algunas veces, la hilera de presos en cuerda
que avanzan por la senda vigilada.
Tú, yo y la gente, que aprieta el paso de oca
al compás de clarines y trompetas afinadas,
pensamos, vanos, que caminamos libres,
en solaz y libertaria marcha acidulada…
Tan solo somos rebaño, que torpe,
alinea su paso justo al compás de la manada.
María Toca
Santander-22-12-2019. 16,13