Es tiempo de abroncadas mareas,
de tempestades ciegas,
que asolan a los mares…
de tibios regocijos
mientras el viento arrecia
con soledades hueras
y tiernas complacencias.
Tiempo del abandono
de huidas siempre quietas
y de sordos rumores
que aplacan las miserias.
Tiempo de tempestades
con revueltas tormentas
que ciegan las verdades
y nos dejan al pairo
de falsedad, de miedo
y de huecos temores.
Tiempo en donde los espantos
se nos arriman, secos;
se nos escarcha el pelo
y se seca la lengua
a fuerza de proferir
las palabras más hueras.
Tiempo de más tristezas,
de melancólicas hebras
que tejen las cadenas
que asolan nuestras puertas
y nos dejan sin fuerzas.
María Toca
Santander.22-06-2019. 10,52