Como faro arrastrado por la niebla
camino pasos desterrados
anclados en un destino ciego
y ungidos de prisa por perderlos.
Levando anclas de la impía noche
en donde quedó varado
el barco de los sueños
haciendo voz, en el reproche
de seguir andando cuando nada se espera.
Así camino, como si fuera sombra
que por no ser, no pertenece a nadie
tan solo es leve atisbo de una malquerencia
y una soledad vestida de consigna.
Así camino, entre nubes y niebla,
sin miedo, porque los fantasmas
no temen, más, que a su propia sombra,
conviven con la muerte, la sonríen,
y a fuerza de andarla, la conocen,
son compañeros, aman la misma senda.
Santander-10-6-2016. 20,28.