Tiempo de silencio, entre visillo
que calman melancolías variadas
y tornan el tiempo a los estíos
dejando el alma bien lavada.
Tiempo de augurios tan templados
que derrotan al alma y lo hacen presa
de una soledad tan acabada.
Sumerjo el corazón en la solana
por la que entra la tenue fantasía
y por fuerza me sabe a rocío
esta mañana, donde encontré la luz
que iban bien callada.
Silencio, callan tambores al extremo
de apaciguar el corazón, mientras estalla,
que de amor se puede romper hoy la vasija
en donde se haya recogido sin reproche
mi corazón, el tuyo y el incendio
que brota en el tibio silencio de la noche.
María Toca
Santander- 25-07-2018. 23,35