Apenas una tibia brisa,
un leve aire, que produce una revolera,
con reminiscencias;
mientras, a lo lejos, atisbos,
rincones vacíos,
donde la levedad hace su estío,
apenas un hueco,
una sugerencia, una intuición,
tan solo un roce,
tal como una pluma,
sin reconveniencia, apenas sin nada,
tan solo un momento
y al acecho, asaltan,
como bruma espesa
los recuerdos, las evanescencias.
Se hacen presentes,
se erigen, ahí, delante
como un muro, puerta o puente,
aquello que fue y no volvió;
apenas una leve brisa,
en silencio…un dulce recuerdo
que transita con paso muy quedo,
por la vieja memoria.
Como una pluma,
en silencio, sin prisa,
leve, sin premura,
se eleva el recuerdo
de lo que fue o pudo haber sido,
atisbo de un tiempo leve
que nos circundó
y los recuerdos, van desdibujados,
acechan muy ciegos,
en esquinas concisas
donde tornan huellas
y luego, difuminan.
El Puntal. 19-7-15, 17,30. 18 meses sin ti, pero contigo.