Que rápido se fue el tiempo
de los años felices;
corrieron esos días
como arroyos livianos
en pos de la corriente
que se los llevó en vano.
Hoy son meros recuerdos,
los días del verano,
cuando el sol sonreía
y, tomados de la mano,
el mundo, recorríamos,
con prisa, sin recato.
Las risas, los ensueños,
las noches, que eran truenos,
donde devorábamos vida
y amábamos sin pensar
que mañana, hoy, luego,
se habría de acabar
el sol, la juventud, el tiempo.
Nos duró poco el ansia
y mucho el recuerdo,
se diluyó, el entusiasmo,
como agua de verano.
Y, hoy, callada, espero,
en el nido certero
caminar muy pausada,
de la mano, un recuerdo.
Santander 17-7-15. 21,08. 543 días sin ti, pero contigo
Gracias…lo probaré.