No sé qué garra rodea mi garganta
que atenaza y zurce como quiere
las palabras salidas de mi boca.
Me calla, me abalanza, me zahiere
y nubla el poema que labra mi cabeza,
sin medir ni la necesidad ni el desafuero,
porque yo, sin poesía, no soy nada
apenas hoja muerta
que yace en el lodazal de la simiente.
Manos férreas, aprietan
y someten la razón a lo prescrito,
convierte en orate cuanto digo
y me asientan en un trono de papiro
donde todo lo referido anda en desafuero,
sin valor, ni prestancia que lo mire.
Intentaré, con esfuerzo y mis manos
deshacer este nudo, que amordaza
y maldice mis palabras para, pronto,
componer unas romanzas
que llenen mis papeles de armonías
y endulcen la fiebre de mi frente.
#MariaToca
Santander 8-4-2017. 1,53.