Que a veces la lejanía, aleja,
las palabras no dichas, aíslan,
los preámbulos tibios, estremecen
y el silencio conforma un bloque infranqueable.
Atento, no te vaya a olvidar, por andar fuera,
no me deje de interesar tu vida, por evadirte,
por salirte del camino, de la vista. Por no verte,
no se me cruce otra visión en mi destino
y de pronto, sin pensarlo, apenas sin premeditar,
me marche; no me encuentres cuando vuelvas,
como si nada hubiera pasado, al hogar.
Me iré, apenas sin sentir, sin dejar huella,
dejaré las llaves en la puerta,
en silencio, me alejaré con las maletas,
sin escudo, sin llama que me alumbre,
como decía el poeta, ligera de equipaje;
sin recuerdos, sin rencores, pero con prisa
por andar de nuevo sola, sin bagaje.
Santander-10-11-15. 19,00
Así es…