Largo el camino, largo,
o corto, según se mire,
el que nos lleva hacia el futuro,
serpenteando, como una sierpe,
salvando meandros, y tormenteras.
Largo el camino, largo,
con mil meandros y sementeras,
donde dejamos, la piel entera;
arando campos, plantando flores
o contemplando la obra encendida
de ciegas mechas, que alumbra todo,
mientras andamos.
Largo el camino, larga la noche,
que caminamos, ciegos y sordos,
en pos de alguna estrella esquinada,
buscando fulgores, que nada traen,
con lodos viejos, que anclan y mueven
los viejos puentes, que hoy retornamos
como silentes, almas en pena.
Largo, el camino, es largo,
la siembra lenta,
la sementera, amplia y severa,
mientras andamos,
lentos y fieros,
pero sin ojos, o ciegos flecos,
donde habitamos, siempre en gredales
de puro légamo
abarrotados, de sal y tierra.
Santander- 1-2-15, 15,54. 378 días sin ti pero contigo.