Hubo contienda, que lo cuentan los cuentos;
en un tiempo morían, tristes penaban
gente que ahora amarillea
en sus fotos colgadas, con la frente marchita
mirándonos con lástima, tornando la cabeza
hacia la nada.
Hubo contienda, en un sitio lejano,
también la hubo cerca, siempre violencia
que devoró el pasado, dejando las secuelas
que hoy padecemos.
Gente que mata a gente, mujeres negras
ahogadas por las penas, caminan ciegas
y tornan paso a paso,
hacia lejanos puertos.
Huida ciega, contienda de silencios,
exilio, pena, añoranza de la tierra cercada
por amplios batallones, por nubes negras.
Partieron hacia puntos lejanos, en lontananza
dejando los paisajes con el polvo que cubre
la tierra yerta.
Hubo guerras, me contaron despacio,
cuando lejano el tiempo,
se escuchaba romper en el silencio
golpes de muerte, que son sombras larvadas
ruidos, acervos ruidos, de tierra levantada.
-Muros caídos, casas sin gente-
Me contaron, en tiempos, de bárbaras batallas
donde los niños, tristes en soledad,
vagaban siempre,
buscando a la madre, o una simple hogaza
que llevarse a la boca
matando el hambre, sumergidos en miedo.
Silencio, escucha…que suenan las sirenas
traen consigo, gritos de guerra.
Me contaron aquello…
historias viejas -pensaba inocente-
Pasado incierto, que ahora somos mejores,
en el presente…
Todo pasado, me convencía…todo de antes.
Que no, me dicen, porque ahora los tambores
de otra contienda, comienzan a sonar,
entre estertores, con gritos y quebrantos,
que dicen, patria, cuando solo quieren decir:
emolumentos, ganancias y prebendas
para unos pocos…
Los otros, los nuestros, los míos, tuyos, aquellos,
serán los que cubran de ceniza sus cuerpos
mientras, en soliloquio, una madre temprana,
llore a sus nenes.
Me contaron batallas, contiendas encendidas
cosas antiguas…
Ahora que lo pienso,
siempre es lo mismo, batalla sin sentido,
que torna cada poco con el tajo afilado
de sus cuchillos.
María Toca Cañedo©
Santander-03-06-2024. 19,39.
Foto: “Migrant Mother” Dorothea Lange, 1936