Inciso de verdad, serás, entonces
remanso de paz, traeré en mi bolsa
y cuando vuelva al rincón
ese que me arropa y me alimenta
veré de sonreír con luces quietas.
Me arroparé frente a la hoguera
que mantiene caliente el hogar
dejándome envolver entre las hojas
de una historia que gira en torno a ti.
Mantengo abierta la herida del recuerdo
no quiero que cure ni se cierre
porque por ella respiro y me alimento
mientras navego por la incierta levedad.
Camino portando los remansos
de aquella paz que bien sembré;
da frutos, alimentos,
sombra y avío, cuando presta.
Por eso, en la cima me esperas
allende la vida, que vendrá
serán soles, espejos alejados
y temblores de lejana inmensidad.
Santander-16-9-2016. 19,39.