El día que yo me vaya
habrá música callada
tocarán, para mí sola,
los timbales de una orquesta
que oiré desde mi sitio
con airada complacencia.
Sonarán acordes lentos
de melodía callada
que me eleve cerca, cerca
a tu altura, y me deje
en tu augusta compañía.
El día que yo me vaya
saldrá a buscarme el destino
con flores y con timbales
para llevarme contigo.
No tengo miedo a la marcha,
ni un solo temor anido,
porque sé que de tu casa
me haré visita querida.
Anidaré cerca del cielo
donde tú, como adelanto,
dejaste puertas abiertas
y rociaste de pétalos
nuestro camino cercano.
Así, lleguemos primero
o lento, como queramos,
tú saldrás a esperarnos
con las manos enhebradas
de flores, de amor, de cielo.
Santander-13-4-14, 13,19, 83 días sin ti.
Gracias a todas y todos
Me encanta Maria , sabes que todos tus poemas son preciosos