Unos días, escasos, en que yo ni me soporto
me canso de asistirme,
de buscarme revuelos
a fin de entretener la miseria
en que se mece mi conciencia en la nada.
Esos días, escasos, no me gusto ni un poco,
la inercia corroe los entresijos
de un cuerpo acidulado
con la espuma de la desesperanza
y me siento cansada, sin tino ,
sin fuerza para nada.
La mirada me barre los rincones amigos
en busca de consuelo
de fuerza, o de urdimbre
para asirme a las horas
sin mecharlas de miedo.
En esos días, en que todo me aburre
tomaría el hatillo para irme muy lejos
si supiera, tan solo
que camino tomar para alzar más el paso.
Ese día en que yo ni me aguanto
a veces contradice mis palabras
que con incierto prejuicio
intentando amainar la tormenta
esperando a que escampe.
Esos días de espanto.
Santander-3-8-2016. 11,32.
Besos a las dos…