Cuando dolía todo
y la piel era tersa, la risa
jeribeque tan dulce
que espantaba jilgueros
con sus trinos trovados.
Laceraban cupidos
como antorchas salvajes
que luego se fundían
entre oscuros deseos
y placeres prohibidos.
Nos dolían apegos
que nacían de noche
y acaban, sin luces,
cuando el alba atisbaba
dejando, luego, solo
más que un leve recuerdo.
El cuerpo se retorcía
en contorsiones leves
mientras el fuego ardía
y la banda sonaba.
La piel era muy tersa
la sonrisa tan amplia
que iluminaba estancias,
sonreíamos al sol
y todo nos sorprendía.
Estrenábamos vida
cuando todo era inédito
y la vida aún no discurría
entre venales fondos
de simas inviables.
Cuando todo dolía
levantábamos tapas
y sacábamos furias,
como de la chistera,
el mago, sacaba los conejos…
Cuando todo era breve.
Cuando todo nacía.
- María Toca
Santander 13-06-2020. 20,00