Como cualquier persona
vuelvo a casa de noche, con la esperanza vana
de contar mis cosas a las sombras
que habitan en ella y desde siempre,
me acompañan en silencio
y no me dicen nada, si ven que hablo sola
o que mi escorzo, se renueva cada poco
y se hace ligera escarcha matutina.
Me encierro en una bacanal de sensaciones
con recuerdos colgados en las perchas
y miasmas de rencor, en las esquinas,
que intento apaciguar a cada hora.
Como cualquier persona.
Me alimentan las águilas del tiempo
calladas, hasta que llega la noche o el estío
y me recuerdan que nunca estuve sola,
porque entre las sombras y las horas
se esconden los jeribeques de las olas.
Santander-27-3-2016. 0,34.