Me canso. Estoy cansada, ahíta
de caminar descalza por la tierra
sin esperar nada,
o poco menos que nada de la vida,
esa que se vive en lontananza,
huyendo del dolor y del desaire
que, a poco, nos sirve, la manada.
Agota, irrita y nubla el pensamiento
sentir las horas pasar de forma impune
mientras ,en el viejo reloj,
colgado, pende de momento
la sonrisa irónica del tiempo,
pasado, futuro; el presente, no,
ese no tiene lugar ni sentimiento.
Con este andar descalza y entregada
al sentir, a amar, sin tregua ni posada,
se me agotaron las fuerzas
y hasta el alma, se apaga
al nublarse los ojos en la almohada.
Santander 14-9-15. 19,26
Son estados de animo…que a veces duran mas de lo necesario