Si lo pienso con calma,
el camino fue duro,
que no puedo negarlo,
abrupto, escarpado de ramas
donde dejé, jirones de mi alma
y a veces, la carne calcinada.
Con todo y con eso,
me quedan los momentos
vividos en la marcha;
los desgarrones hueros
las risas, las quebrantas
por donde desgrané pasos
y dejé trozos de alma.
Si lo pienso despacio,
de todo hubo, en los días
que caminé creciendo,
amando, o sufriendo,
sin desmayo, o con prisa,
pero siempre, avanzando.
Me quedan las sonrisas,
el amar, ser amada,
la pasión, la desdicha,
el llanto o la risa
y el desgranar palabras
que son bien atendidas,
por eso, ahora me digo,
que sí, que mereció la pena
llegar, hasta este peldaño.
Fructificó la herida,
brotaron, en el lecho sangrante,
yedras que trepan lejos,
me amansan, me regocijan
y me dejan con el sabor tan dulce
que mi paso y mi senda
se labraron despacio.
Y si lo pienso ahora,
en la calma diurna,
me encuentro, en el último paso
del recodo siguiente,
que mi vida despeja,
con la casa tranquila
y el corazón silente.
Santander-21-6-15. 19,43. 517 días sin ti pero contigo.