Supongo que cuando retornan los fantasmas
y se me nubla la voz con que te llamo
y me rasgo la carne con las uñas. Supongo
que sabes lo que ocurre.
Cuando en la noche un viento frío
se adentra por la alcoba donde sueño,
recorre mi piel, como caricia
que yerta, encrespara mi sentencia;
supongo, que sabes lo que pasa.
Si de pronto las palabras se quebraran
y la garganta se quedara seca y muda,
imagino, que intuyes porqué ha sido.
La nostalgia que se apaña como puede
se cubre de requiebros y de atajos
para invadir costumbres cotidianas
de vivir de espalda a lo nuevo.
Por eso, calla, quédate quieto,
déjame seguir tal como siento,
enmadejada entre nubes escarchadas
con la mirada ausente,
la frente bien quebrada
y una mueca de desacato en mi vientre.
Calla, porque supongo que sabes
lo que pasa.
Santander-28-8-2016. 19,22.