En el sitial sentada
donde concibo sueños
y esculpo sensaciones
de palabras labradas.
En el sitial, escucho
su respirar pausado
mientras su frente ancha
y sus ojos cerrados
me indican que ya duerme
que se siente segura,
mientras, yo, me inclino
a escribir, con su calma
colgada de mi espalda.
Son las noches de sábado
completa jaculatoria
de dicha entreverada
de su lenta mirada
y su mano, tan dulce,
que se pierde en la mía.
Abrazada a su cuerpo,
la siento tan segura
que por fuerza, me inclino
a pensar, que hoy,
han bajado a verme,
los caireles del cielo.
María Toca- 13-05-2018, 0,11
Dedicado a Jimena, que duerme mientras escribo, convirtiendo el momento en gozo infinito.