Hay sonrisas que empapan hasta el alma
como si fueran agua cristalina,
y lucen como llama
que enciende la mirada,
con la sensación de abrirse el cielo
o una simple ventana.
Sonrisas que son miel
en labios, saboreada
por otros labios, que buscan
entre la hojarasca, llamaradas.
Sonrisas que nublan el estío
o simples sonrisas que ni miro;
otras, traicionan la templanza
y arrojan, hiel, o un batido de ramas
que hielan el aliento,
encojen el alma, dejan el cuerpo
sin calor sobre la almohada.
Sonrisas que son yagas,
sonrisas que son gestos,
sonrisas que no las apaga el viento
incluso, hay sonrisas que pueden
a la muerte. Permanecen
en el recuerdo, se crecen
en el alma de los vivos.
Sonrisas que perviven,
y sirven de alimento.
Santander-30-12-15. 19,54. 709 días sin ti, pero contigo.