se manosean cada poco
y apuran su esencia
quedándose luego hueras
solas y sin contenido.
Vacías, huecas, sin sentido.
A fuerza de usarlas
menguan, se hacen pequeñas
cada día. Se diluyen
en el marasmo de locuaz
indiferencia; pierden fondo.
Del uso y el abuso
se quedan quietas,
pierden brío
se escurren cual despojo
por el desagüe…
van al pozo
donde se hacen escarcha
o lodo pertinaz.
Desaparecen,
los antes importantes: vocablos
que fueron expresión del sentimiento.
Dejan sin brío al corazón
aunque se esfuercen…
Se desgastan, las palabras,
del mal uso, del abuso
de hacerlas bailar a nuestro antojo.
María Toca
Santander-29-09-2019. 11,25.