El río sereno se me lleva
los aires de los amores viejos
las furias y simples temporales
de los pasados y augurios del presente.
El río sereno se nos funde
entre el mar y la montaña huera
que acuna en su falda la huida
de los que corremos en pos
de vanas esperanzas, en espera
de mejores tiempos demorados.
En el remonte donde cruza
las destempladas aguas cristalinas,
allí, entre rastrojos y peñas desbocadas
me refugio bajo la cruz y el seto
que forman las desatinadas brañas
perdidas en remontes y praderas.
Si pudiera con mi voz desbrozar ese destino
que me tiene prendida de una rama
descansaría como canto rodado a la ventura
esperando la marea que lo besa,
amorosa, con su espuma, cual manto
de amor en breve espera.
María Toca
Santander-23-08-2018. 23,08